Introducción
eReuse, LaKalle and Pangea
En todo el mundo hay muchos más dispositivos informáticos utilizándose -incluyendo portátiles, ordenadores de sobremesa y móviles- que ciudadanos; pero todavía algunos ciudadanos (3.700 millones mil millones, según la ITU) siguen sin poder participar en la sociedad debido a la falta de acceso, uso y apropiación de las telecomunicaciones y de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Esta situación se ha visto agravada por la irrupción de la COVID-19, cuando la tasa de escolarización descendió hasta los niveles de 1985.Paralelamente, en 2019, se desecharon 57.000 millones de dólares en metales como el oro, la plata, el cobre y el platino incluidos en dispositivos electrónicos. Esta cifra es ciertamente desagradable si tenemos en cuenta las conocidas violaciones medioambientales y sociales que se cometen en la extracción, ensamblaje y tratamiento de las citadas materias primas.
Fabricar más dispositivos es parte del problema. La producción y el consumo de dispositivos no circular no es sostenible ni para el planeta ni para las personas. Conciliar los límites planetarios de la Tierra con las necesidades humanas de las TIC basadas en un estilo de vida digno, justo y sustentable pueden lograrse a través de una perspectiva holística de la denominada economía circular. Compartir, reparar y reutilizar los dispositivos que ya no usamos -incluso reutilizando componentes reciclados o materias primas – es parte de la solución. La gestión colectiva de un pool de dispositivos y componentes da lugar a un ecosistema electrónico circular, un recurso común para satisfacer las necesidades de los ciudadanos implicados. De este modo, podemos alinear el dispositivo adecuado con la necesidad adecuada, con un mínimo de impacto ambiental, ya que los dispositivos pueden durar mucho más tiempo a través de la reutilización (remanufacturación, reparación y actualización). Este enfoque también ayuda a garantizar la apropiación de bienes y servicios TIC, a la vez que crea empleos locales.
La sostenibilidad social y medioambiental está directamente vinculada a alimentar, conservar y mantener este pool de dispositivos compartidos y a las personas que participan en su mantenimiento, a la vez que evita cualquier desperdicio; de otra manera, podríamos llamar a este concepto “circularidad”.
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Mireia Roura Salietti, Juan Flores Morcillo, David Franquesa Griso y Leandro Navarro Moldes
https://www.ereuse.org, https://www.lakalle.org, https://pangea.org